Alessandra Tripiana
Mi
condena
No sé si es
despedida
o mi amor sin medidas,
hoy quiero llegar a vos
al fondo de tu corazón.
Ser dueña de tu
corazón y alma
como mi tristeza angustiada,
tan mío como mi propia sangre
como el sol que entra por mi ventana.
Presa libertad
de amar
nos dictó el destino,
cantando melodías por lo bajo
vagando los dos perdidos.
Penumbra de
nuestro amor
guardaste en silencio la pasión,
que nadie sepa de esa noche
que fuiste testigos de los dos.
Nuevo amanecer
juntos
escribió el destino ayer,
desvelada en un recuerdo
se apresuró a correr.
Sin dejar que
hablara
dijiste jamás podrá ser
y no te pude alcanzar...
no te dejaste querer.
Entre una música
de invierno
lloré junto al frío de mi piel,
recordando tu sonrisa
y nuestro último amanecer.
La lluvia mis
sueños se llevó
sin preguntar por el amor,
el que alguna vez existió
siendo preso del adiós.
Qué importa si
mi muerte
es la condena,
lo haré en tus brazos,
una tarde cualquiera de primavera.
ALE.
03-IV-01
N. 38
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