Alfonsina
Storni
Capricho
Escrútame los ojos, sorpréndeme la boca,
sujeta entre tus manos esta cabeza loca;
dame a beber veneno, el malvado veneno
que te moja los labios a pesar de ser bueno.
Pero no me preguntes, no me preguntes nada
de porqué lloré tanto en la noche pasada;
las mujeres lloramos sin saber, porque sí;
es esto de los llantos pasaje baladí.
Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
un mar un poco torpe, ligeramente estulto.
Que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
y hasta lo manejamos con una difícil ciencia...
No preguntes, amado, lo debes sospechar;
en la noche pasada no estaba quieto el mar,
nada más. Tempestades que las trae y las lleva
un viento que nos marca cada vez costa nueva.
Sí, vanas mariposas sobre jardín de Enero,
nuestro interior es todo sin equilibrio y huero
luz de cristalería, fruto de carnaval
decorado en escenas de serpientes del mal.
Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta:
movilidad absurda de inconsciente coqueta...
deseamos y gustamos la miel de cada copa
y el cerebro tenemos de pajillas y estopa.
Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer,
capricho, amado mío, capricho debe ser.
Oh, déjame que ría... ¿No ves qué tarde hermosa?
espínate las manos y córtame esa rosa...
Alfonsina Storni
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