Alfonsina
Storni
El engaño
Te
ando buscando, amor que nunca llegas,
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.
Las
tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre una haz de espinas,
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarme ¡oh, niño! te me niegas.
Mira
que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde.
Sálvame amor, y con tus manos puras
trueca este fuego con límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
Alfonsina Storni
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