Concepción
Curiel
Amor amistad

AMOR
AMISTAD
Ha de ser
sublime amarte...
amarte de cuerpo entero,
amarte por dentro y por fuera,
amarte de tiempo completo,
amarte por una sola vez, por todas, y por siempre...
Pero, sí..., ya lo sé...
amarte me está prohibido...
Ahora tengo que explicarle al corazón
que se equivocó nuevamente
pero me contestará que él no se equivocó,
que él sabe lo que quiere, y lo que quiere eres tú...
que no se pueda..., es distinto...
No tengo tu amor, pero no estoy sola
no tengo tu amor, pero no estoy vacía
no tengo tu amor, pero tengo algo en mis manos:
tengo tu amistad y tu cariño...
¿Y será suficiente?
¡Tiene que serlo!
tengo que aprender a besarte con los ojos,
a acariciar tu alma dulcemente,
a unir tu espíritu al mío,
a entregarte y recibir nuestra ternura mutua,
a apaciguar mis ansias, deseándote lo mejor,
a callar tu nombre como amor, y a gritarlo como amigo,
a trocar mis lágrimas de tristeza, por risas que te hagan bien,
a ubicarte como un satélite más en mi vida,
en vez de que mi vida gire en ti,
a darte todo lo que tú esperas de mí...
y no lo que yo supuse que querías...
tengo que aprender a sustituir lo individual de mi amor,
por lo universal e infinito de nuestra amistad...
te tengo que regalar mi amistad amorosa y mi amistoso amor...
Concepción
Curiel © México DF
|