Dora Galván
A mis hijos en mi aniversario
Cuantas noches de desvelo,
cuanto amor a ti entregado
entregué vida, alma y cuerpo
y quedaron los sueños mutilados.
Decidí que crecieras al abrigo
de mi mano, instrucción y mi cariño
decidí enseñarte desde niño
a amar y respetar al Soberano.
Cuanta tristeza siento en este instante
la noche se acaba y llega la mañana
esperé muchas horas tu llamada
y busqué en el internet algún mensaje.
Paso el tiempo, eso fue anoche y esta tarde
decidí, ponerle sal a las heridas
llore tanto, pedí tanto e implore al supremo
que de los 4 alguno se acordara.
Que tienen una madre abandonada
que cada noche sus lagrimas derrama
implorando los cubra con su mano
mis ojos se cierran y el cansancio
hace mella en mi rostro y en mi espalda.
Y miro el rostro de mi madre santa
y suplico una vez más entre mis lagrimas
que los cuide y los proteja
cierro mi viejo libro de oraciones
pues mis ojos no alcanzar ya a ver ninguna letra
La esperanza, es para el justo
quizás los escucho, quizás lo leo
y con esta promesa
me recuesto
Dora Galván©
Monterrey, N.
L. México 07 -
I -
02
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