Dora Galván
La llamada
Hoy me
desperté temprano
quería escuchar tu voz
quería sentir tus brazos
que me dieras el calor
y que apretaras mi cuerpo
y lo llenaras de amor.
Hice todas mis tareas
y me arreglé para tí
esperando esa llamada
que me hace sentir feliz
y como tanto tardabas
me vine a este ordenador
a escribir algunos versos
que salgan del corazón.
De mis dedos al instante
empezaron a fluir
palabras suaves y tiernas
de lo que me haces sentir
y comencé por tus besos
que al evocar me provocan
lava ardiendo en mi vientre
y se estremeció mi boca.
Y al recordarme en tus brazos
volví a sentir el calor
la protección y el abrigo
que me provée tu amor
tanta ternura me inunda
y pienso en dejarlo así
temerosa de no encontrar las palabras
para describirte a tí.
Pensé que era solo un sueño
que no podrías existir
en eso el ruido prosaico
del teléfono llegó.
Y sonriendo me di cuenta
que eres una bendición
que aunque el mundo no lo quiera
vives ya en mi corazón.
Dora Galván ©
Monterrey, N. L. México, 30-I-02
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